Me fundí en lo indescifrable, en el perdón, en la paz, en los te quiero, en el cuidado, en las sonrisas. U na sinceridad que quemaba la piel y me liberaba. No sentía el más mínimo rencor. Vivir con esa carga no me iba a hacer llegar muy lejos. Aprendí, y solo voy a decir que aprehendí, el valor real de esa palabra, que me grabé a fuego todas las enseñanzas en mis valores y me hace ser mejor persona hoy, despierta. Por alguna extraña razón, lo que sea nos puso en la vida de la otra. No creo en las coincidencias azarosas, aunque a veces no les encuentre el sentido. Pero, después de tantos años, con éste abrazo lo veo claro. Gracias por despertarme.
Se atisba, se ve venir y de pronto llega, ese detalle que hace diferente un día, que hace sonreír a gusto, que llena de ilusión un día... dos o tres y todos los venideros. Algo diferente, nunca antes hecho, por minúsculo que parezca, algo que sobresale... algo para recordar. No te doy las gracias, porque no te las vas a comer igual que hice yo.
de palabras marchitas de sueños encastrados de amores engarzados de imaginaciones desgastadas de risas dehojadas desollando los sueños una y otra vez contra la realidad sin vislumbrar nada más que la fantasía.
Comentarios