Y la tierra volvió a escupirme
Me tragó, bien tragada, me digirió, me descompuso y me defecó pero volvió a absorverme y me redigirió y de nuevo me escupió. Respiro y el aire fresco quema mis pulmones, aún siento los ardores en el corazón, mi estómago cerrado, el dolor salado en mis ojos, pero respiro, más allá de lo que mi mente me hacía soñar. Es la ocasión de volver a recomponerme, a reconstruirme como solamente yo quiera, de andar sobre la tierra, no dentro de sus vísceras. Ocasión de reaprender lo malamente aprehendido y seguir aprendiendo, eso siempre.
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