control Z, manzanita Z
Cuantas veces nos pasa que quisiéramos arreglar aquello de lo que nos arrepentimos con esta socorrida y mágica formulita. Nos salva de un apuro siempre que nos equivocamos trabajando, pero qué pasa cuando no estamos frente a la pantalla y de pronto la seguridad que teníamos sobre las teclas se desvanece ante el insalvable suceso, por pequeño que sea... similitudes de la vida.
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Saludos