No vale morder

Mientras veo un documental, en resumen, sobre las consecuencias del cambio climático en la pesca de la península de Kamchatka, deja bien claro entre opiniones y comentarios que todo se mueve por el dinero. Nada nuevo. El salmón se acabará en post de acaparar dinero. El poder y la avaricia de conseguir dinero es cada vez más indiscutible y se antepone a las necesidades básicas del humano. Incluso hablaban del placton, que es una de las bases fundamentales de la cadena alimenticia y se origina en las placas de hielo, si se derrite éste desaparece esta primera parte de la extensa cadena alimenticia, teniendo sus correspondientes repercusiones.
Es así que pensé en el dinero como un intruso de última hora que se hizo cada vez más íntimo amigo del humano. El humano iba haciendo cosas por este "amigo", cosas que tal vez por ser humano no haría, pero a cambio el dinero le daría a este iluso todo lo que pudiese imaginar.

Hasta hoy este cuento sigue así pero quiero ir más allá.

El humano fue quedándose sin otros amigos, sin duda más beneficiosos. Esto lo sabía pero le podía la ambición de hacer sus imaginaciones realidad. Se quedaba sólo, solo con su amigo dinero. Llegó un momento en el que el humano no tenía de donde sacar comida y le pedía a su amigo que creara comida. Dinero no sabía hacer comida. El humano necesitaba agua pero dinero no podía crear agua. El humano necesitaba respirar y dinero de lo único que se encargó fue de contaminarlo. Dinero por sí solo no podía crear nada, solo destruir lo que ya había. Y así lo hizo. Humano muerto de hambre empezó a comerse a su amigo dinero ya que fue lo único que le quedó.

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