Gigantes
De mis grandes dolores hago yo mismo pequeños cantos. Heine
Somos gigantes con los pies hundidos en un charco de agua estancada. Nos erigimos por la aparente solidez con la que hacemos frente a las palabras envenenadas.
Mira, cómo lloramos con la cara petrificada, cómo creemos ser duros cuando sólo intentamos ser fríos, creyendo que eso nos hará más fuertes, que nos hará ser inmunes al cariño, el que tanto necesitamos y a la vez rechazamos.
Somos gigantes atorados, grises y mohosos, cada vez más hundidos, forjando la esperanza de que todo pudo ser mentira, de que entonces así no somos culpables de ser como fuimos.
Me da pena pensar en lo que nos convertimos. Todo metódicos, racionales, estrictamente pensantes, automatizados para tareas involutivas. Pensamos y conceptualizamos todo amago se sentir.
Somos gigantes con los pies hundidos en un charco de agua estancada. Nos erigimos por la aparente solidez con la que hacemos frente a las palabras envenenadas.
Mira, cómo lloramos con la cara petrificada, cómo creemos ser duros cuando sólo intentamos ser fríos, creyendo que eso nos hará más fuertes, que nos hará ser inmunes al cariño, el que tanto necesitamos y a la vez rechazamos.
Somos gigantes atorados, grises y mohosos, cada vez más hundidos, forjando la esperanza de que todo pudo ser mentira, de que entonces así no somos culpables de ser como fuimos.
Me da pena pensar en lo que nos convertimos. Todo metódicos, racionales, estrictamente pensantes, automatizados para tareas involutivas. Pensamos y conceptualizamos todo amago se sentir.
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saludos